TORREÓN, COAH.- En un recorrido por el tradicional mercado de La Rosita en el poniente de la ciudad, habitantes, locatarios y visitantes expresaron sus molestias al candidato Ricardo Mejía Berdeja ante la falta de obra en La Laguna durante el gobierno de Miguel Ángel Riquelme Solís.
Uno de los principales reclamos fue el Metrobús, sin terminar por más de 6 años aunque la construcción inició cuando Riquelme Solís era alcalde de Torreón y Rubén Moreira gobernaba Coahuila. Incluso fue una promesa de Enrique Peña Nieto, pero representó un desfalco superior a 600 millones de pesos.
Los laguneros recibieron al candidato del Partido de Trabajo (PT), Ricardo Mejía Berdeja, con efusivas consignas como “aquí no se fía, pero se vota por Mejía”, “ya llegó, ya está aquí, el que va a sacar al PRI” y “No estás solo”.
El respaldo fue popular, al igual que las quejas contra los gobiernos de los hermanos Humberto y Rubén Moreira, y del actual Miguel Riquelme, a quienes “el Tigre” anunció que meterá a la cárcel por el daño que hicieron a la entidad.
Al candidato a la gubernatura de Coahuila, lo acompañó la aspirante a diputada en el distrito 09, Miroslava Sánchez Galván, reconocida por su trayectoria en salud y activismo social, quien junto con sus compañeros tiene la tarea de transformar el Congreso del Estado para ponerlo al servicio del pueblo.
APOYO CIUDADANO Y EMPRESARIAL LAGUNERO
Ricardo Mejía Berdeja, “el Tigre”, agradeció el apoyo que ha recibido por parte de las mujeres y hombres valientes de Coahuila, en particular el recibimiento de los ciudadanos libres y el sector empresarial de La Laguna en estos primeros días de campaña electoral.
“Más empresarios se están sumando, sobre todo muchos de la región Centro y la Laguna, que no pertenecen a cúpulas empresariales, sino ciudadanos que quieren más oportunidades de empleo y obra pública”, dijo el abanderado del PT n entrevista antes de iniciar la caminata por el mercado de La Rosita.
Ricardo Mejía subrayó que después del 4 de junio su gobierno será de oportunidades para todos, y no de privilegios para las mismas familias que controlan la vida política de Coahuila desde hace más de dos décadas y que permitieron el endeudamiento criminal que cuesta 60 mil pesos anuales a cada familia en la entidad.