· Al inaugurar los trabajos de la Décima Asamblea de la Alianza por el Suelo de Latinoamérica y el Caribe (ASLAC) —organismo que preside México— el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, subrayó la importancia de avanzar hacia la meta de contar con suelos vivos y sanos.
América Latina y el Caribe registran avances significativos en la gestión sostenible de los suelos agrícolas de la región, lo que permitirá contribuir a enfrentar los efectos del cambio climático y abonar al bienestar de las familias rurales, afirmó el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula.
Al inaugurar los trabajos de la Décima Asamblea de la Alianza por el Suelo de Latinoamérica y el Caribe (ASLAC), resaltó que se cuenta con instrumentos, plataformas, proyectos, protocolos y herramientas para fortalecer una gestión sostenible del sector primario y lograr sistemas agroalimentarios resilientes.
Ante representantes de los ministerios de Agricultura de 20 naciones de la región, sostuvo que es clave la conjunción de trabajos de todos los actores para consolidar un plan de acción regional que permita avanzar de manera significativa a la meta de contar con suelos vivos y sanos.
Contamos con una serie de lecciones aprendidas para incrementar el manejo sostenible de los suelos, que de manera incluyente, permita mantener las funciones de este recurso natural, esenciales para la alimentación y la agricultura, una vida digna para los productores y contribuir con el bienestar de nuestros pueblos, anotó.
En compañía de la presidenta de ASLAC, Sol Ortiz García, el secretario Villalobos Arámbula subrayó la importancia del suelo, un aliado silencioso y clave para enfrentar los retos que impone hoy el cambio climático, la seguridad alimentaria, la pérdida de biodiversidad y otros problemas complejos asociados a las crisis económica y de salud.
Precisó que como región se cuenta con un nuevo marco de acción que promueve la Alianza Mundial por el Suelo, en el que se plantean elementos concretos para conservar los múltiples servicios ecosistémicos que otorgan los suelos, fundamentales para nuestras sociedades y las generaciones futuras.
Hizo un llamado para promover la participación comprometida de los Puntos Focales durante la próxima décimo primera Asamblea de la Alianza Mundial por el suelo, y ser partícipes de las decisiones que ahí se tomen, toda vez que es esencial que la voz de Latinoamérica y el Caribe sea escuchada y tomada en cuenta.
De igual manera, indicó que México ha integrado en la Estrategia Nacional de Suelo para la Agricultura Sostenible (ENASAS) varias líneas de trabajo impulsadas por la Alianza Mundial por el Suelo.
Dentro de estos esfuerzos se trabaja en un proyecto de Ley de Suelos, necesaria para garantizar la gestión sostenible de los suelos agropecuarios del país a corto, mediano y largo plazos, aseveró el funcionario federal.
La representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Lina Pohl Alfaro, expuso la importancia del recurso suelo y su manejo adecuado. El restaurarlo, mantenerlo y conservarlo suma a los servicios ecosistémicos y a la biodiversidad, lo que permite la producción de alimentos y el combate al hambre y la desnutrición.
Resaltó que en México hay capacidad de atender el tema, con la participación del gobierno federal y el sector privado, con una estrategia de suelos integral y articulada que permita el desarrollo de programas como el de Doctores del Suelo y el análisis y georreferenciación, así como trabajar para hacer frente al cambio climático y degradación de los suelos.
El suelo es un elemento esencial para la producción de alimentos, y hay instrumentos de cooperación, tecnologías y ciencia en la región para llevarlo a la práctica, lo cual sumará a la seguridad alimentaria en la región, con la voluntad de los gobiernos, acotó.
En este día de trabajo participaron puntos focales y socios de la Alianza por parte de Costa Rica, Cuba, Guatemala, Honduras, Nicaragua, México, Panamá, República Dominicana, Bahamas, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Santa Lucía, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, para informar de los avances en la atención de los suelos agropecuarios, con el acompañamiento de la academia, sector privado y gobiernos.