- México sigue dependiendo de los combustibles fósiles para generar el 79% de la electricidad que necesita. Esto implica riesgos financieros y ambientales ante las fluctuaciones internacionales de los precios del petróleo y gas.
- Los riesgos del paquete de iniciativas para la Regulación y Reforma del Sector Energético y las Empresas Públicas del Estado, podrían ser mitigados si éste se revisa a fondo antes de su votación en la Cámara de Diputados.
Ciudad de México, 7 de marzo de 2025. El paquete de iniciativas para la Regulación y Reforma del Sector Energético y las Empresas Públicas del Estado, que ya ha sido aprobado en el Senado de la República, contiene medidas que deben ser discutidas antes de su aprobación por la Cámara de Diputados para evitar impactos negativos en el sector y en la economía del país.
El paquete legislativo contempla la creación de ocho nuevas leyes y modificaciones a tres leyes vigentes, con el objetivo de redefinir la estructura del sector energético en México.
Preocupaciones sobre transparencia, regulación y medio ambiente
México continúa generando el 79% de su electricidad a partir de combustibles fósiles, lo que lo expone a fluctuaciones en los precios internacionales del petróleo y el gas. Además, el país sigue dependiendo en gran medida del gas natural importado de Estados Unidos, lo que representa una vulnerabilidad ante posibles tensiones comerciales.
En ese entorno, la desaparición de los órganos reguladores autónomos, como la Comisión Reguladora de Energía y la Comisión Nacional de Hidrocarburos, y la concentración de funciones en la Secretaría de Energía generan preocupación sobre posibles conflictos de interés y una reducción en la certidumbre para los inversionistas.
Además, el paquete de reformas establece que los secretos bancario, comercial y fiscal para los permisionarios del sector de hidrocarburos no serán aplicables en los procesos de verificación e inspección, lo que podría representar una vulneración a la privacidad de las empresas y un posible riesgo de inconstitucionalidad.
Por otro lado, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha dictaminado que la reforma no tendrá impacto presupuestal, lo que genera incertidumbre sobre la viabilidad financiera de las iniciativas planteadas. México Evalúa considera fundamental realizar un análisis detallado del impacto presupuestal para evitar afectaciones futuras a las finanzas públicas.
Oportunidades y aspectos positivos
Entre los cambios más significativos se encuentran la eliminación de permisos para inversiones en generación de hasta 700 kW, facilitando la producción de electricidad para pequeñas empresas y hogares; así como la apertura a proyectos mixtos con un mínimo de 54% de participación estatal. Sin embargo, persisten preocupaciones sobre la concentración del control estatal, la incertidumbre regulatoria y la sostenibilidad financiera de los proyectos.
La reforma también busca fortalecer la inversión en energías renovables, con un plan de inversión de 23,400 millones de dólares en infraestructura a lo largo del sexenio. Del mismo modo, destaca la promoción de la generación distribuida y el fortalecimiento del abasto aislado para el sector industrial, así como la creación de un nuevo esquema regulador que podría mejorar la atención a los consumidores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Llamado a una revisión integral
Dada la magnitud e impacto de esta reforma, México Evalúa hace un llamado a los legisladores de la Cámara de Diputados para que realicen un análisis exhaustivo antes de su aprobación. Es fundamental garantizar un marco normativo que impulse la transición energética, brinde certidumbre a la inversión, garantice un entorno competitivo y justo para todos los actores del sector energético.