· Este fruto, en especial la variedad verde liso, representa una importante fuente de empleo local en el medio rural y una valiosa alternativa para el manejo ecológico de laderas, pues no requiere azadón ni herbicidas y disminuye el riesgo erosivo por efecto de lluvia.
Por su alta productividad, valor comercial y bajo impacto ambiental en el campo, el cultivo de chayote ofrece una alternativa viable para los agricultores de pequeña escala del país y representa una importante fuente de empleo local, aseguró la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
En especial la variedad verde liso significa una buena opción para el manejo ecológico de laderas, pues no requiere azadón ni herbicidas, disminuye el riesgo erosivo por efecto de lluvia debido al amortiguamiento del dosel vegetal (emparrillado o tarima) y provee un aporte continuo de materia seca por la poda e intercalado de cultivos en los primeros meses de establecido.
La dependencia federal detalló que México ocupa los primeros lugares en producción y exportación de verde liso a nivel mundial con 53 por ciento del mercado, ya que ha aprovechado su papel como centro de origen y domesticación y la predominante diversidad biológica de esta hortaliza, en comparación con otros países.
En 2021, la producción nacional ascendió a 216 mil 899 toneladas, con valor económico de 861 millones 434 mil pesos, en una superficie de tres mil 330 hectáreas. De este volumen, Veracruz -el principal estado productor- aportó 184 mil 885 toneladas, equivalentes al 85.2 por ciento.
Otras entidades que destacaron por su producción son Michoacán, con 23 mil 746 toneladas, y Jalisco, con cinco mil 782 toneladas. También se produce en una amplia diversidad biológica en San Luis Potosí y Estado de México.
El chayote es ampliamente reconocido y utilizado para la comida regional de pueblos originarios de México y Centroamérica. Su nombre deriva de una modificación de los vocablos náhuatl, “huitz” y “ayotl”, que significan “calabaza con espinas”, y que al castellanizarlos derivó en “chayotl” y “chayotli”, hasta el actual chayote.
Se consume generalmente frío, asado o hervido con sal o azúcar, se agrega a diferentes guisos, caldos y sopas. También es utilizado por la industria para la elaboración de papillas, jugos, salsas y pastas.
Sus propiedades nutrimentales lo convierten en un complemento para el tratamiento de arteriosclerosis e hipertensión, alivia la inflamación intestinal y cutánea, además de favorecer la cauterización de úlceras. Contiene además peroxidasas, esteroles, alcaloides, saponinas, fenoles, polifenoles, flavonoides y cucurbitacinas atribuyéndoles actividad antialergénica, antiinflamatoria, antiviral y efectos antitumorales.
Actualmente hay 15 variedades inscritas en el Catálogo Nacional de Variedades Vegetales del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), dentro de las cuales se encuentran: Nejalpa, Maluca, Cambray, Lucpo, Bhezco, Caldero, Roca, Vicis, Bernyano, Chaavi y Fesib.