6 de marzo 2025. GINEBRA – ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ha apoyado la integración de más de 50.000 personas refugiadas y solicitantes de asilo en las comunidades de México, dando un ejemplo de integración y solidaridad hacia las personas refugiadas a través de un programa que se implementa desde 2016.
“México se ha convertido en un país donde las personas forzadas a huir pueden encontrar la estabilidad que necesitan para reiniciar sus vidas con dignidad”, afirma Giovanni Lepri, Representante de ACNUR en México. “Un sistema de asilo y un marco jurídico sólidos permiten una integración efectiva de las personas solicitantes de asilo y refugiadas”.
El Gobierno de México ha dado asilo a más de 50.000 personas refugiadas que han llegado al sur del país, y ha procedido exitosamente a su reubicación en ciudades industriales a través del Programa de Integración Local de ACNUR, implementado en estrecha coordinación con contrapartes gubernamentales, tanto a nivel federal como local, y con socios del sector privado.
Las personas refugiadas que participaron del programa han logrado estabilidad y una integración exitosa gracias al acceso a un empleo formal, salud, educación y vivienda, lo que también ha facilitado su acceso a la nacionalidad mexicana.
“Con las herramientas adecuadas, las personas refugiadas tienen un potencial enorme para integrarse plenamente en México y contribuir a sus comunidades de acogida. Ahora tenemos datos suficientes para afirmar que se trata de un hecho incuestionable”, dijo Lepri.
El desplazamiento forzado en las Américas sigue en niveles críticos, impulsado por la violencia, la persecución, las violaciones de los derechos humanos, la inseguridad, y exacerbado por el impacto negativo de los desastres. Las estadísticas más recientes de ACNUR muestran que a mediados de 2024 en las Américas había 20,3 millones de personas desplazadas por la fuerza y otras personas que necesitan protección internacional y asistencia. La mayoría de las personas desplazadas por la fuerza de la región permanecen en América Latina y el Caribe, donde gobiernos y comunidades se comprometen con su protección e inclusión, fomentando soluciones para su integración en los países de acogida.
En este contexto, el Programa de Integración Local de México ha sido clave para apoyar a las personas refugiadas a reconstruir sus vidas. Gracias a la participación activa de más de 650 empresas, las personas refugiadas pueden contribuir con sus habilidades y experiencia a fortalecer la economía mexicana, generando una contribución fiscal anual de 15 millones de dólares (USD).
Equiparando la demanda y oferta de competencias y habilidades, incluso a través de un mayor apoyo a nivel local, el programa se enfoca en la estabilización y la autosuficiencia.
Como resultado, el 94% de las personas refugiadas en edad de trabajar consigue un empleo formal en el primer mes, el 88% de la niñez en edad escolar se matricula en la escuela, y el 60% de las familias en situación de pobreza sale de esa condición en el plazo de un año. Además, se generan las condiciones para solicitar la nacionalidad mexicana.
ACNUR también ha podido apoyar la integración de personas refugiadas que llegan directamente a zonas con mayores oportunidades de empleo. Más de 160.000 solicitantes de asilo y refugiados han recibido el apoyo del ACNUR para encontrar oportunidades de empleo, obtener el reconocimiento de sus diplomas, acceder a servicios públicos, y avanzar en su proceso de naturalización.
El Programa de Integración Local es un modelo para que otros Estados adopten buenas prácticas para la plena integración de las personas refugiadas. El Programa también ha beneficiado a mujeres desplazadas internas y, en 2025, la iniciativa se ampliará para apoyar a ciudadanos mexicanos deportados que, por razones de protección, no pueden retornar con seguridad a sus comunidades de origen.
La iniciativa forma parte de una estrategia regional que se ha consolidado a través del proceso de Cartagena+40 y ha tomado forma en la Declaración y Plan de Acción de Chile, donde se reafirma el liderazgo de América Latina en materia de protección y soluciones para las personas refugiadas. En el marco de esta estrategia más amplia, los esfuerzos de México complementan otras iniciativas regionales, como la Operação Acolhida en Brasil, que ha beneficiado a más de 145.000 personas, así como otros programas nacionales que facilitan la inclusión de personas refugiadas y desplazadas en toda América Latina.
ACNUR hace un llamado a los donantes para que continúen invirtiendo en soluciones duraderas para las personas refugiadas que –como se ha demostrado– son exitosas, y así permitir que México siga siendo un lugar donde las personas forzadas a huir puedan encontrar seguridad y estabilidad.