Por Guillermo Robles Ramírez
Desde la década de los ochenta salió una frase muy famosa «Somos lo que comemos», posiblemente inspirado a lo que una vez dijo el maestro Buda «Somos lo que pensamos», pero retomando la primera nos revela la necesidad de alimentarnos adecuadamente para disfrutar de salud y una vida con calidad.
Es extraño ver cómo todos podemos estar de acuerdo con una idea, pero una vez para ponerlo en práctica se hace todo lo contrario y más cuando se trata de la salud de los hijos y su buena alimentación.
Y los números son fríos al momento de hacer estadísticas, se tiene el último dato publicado por la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2020-2023;
que uno de tres niños de kínder, primaria y secundaria, tienen algún tipo de sobrepeso. Lo anterior fue publicado el 23 de agosto de 2024, en la plataforma oficial de la Secretaría de Salud.
En el pasado, la misma Secretaría de Educación Pública, tanto la federal como la del Estado de Coahuila, se echaron encima un paquete muy grande en ese intento de que las niñas y niños de México bajaran el consumo de azúcares recomendado por la OMS, no ser mayor del 10% de la ingesta de energía. Sin embargo, en nuestro país reveló el estudio que en nuestras escuelas mexicanas el 66 por ciento de la población consume arriba del 21.9 por ciento en la ingesta de energía.
Hay que reconocer que el expresidente de México, intentó combatir este problema de salud con el etiquetado de forma octágono, mostrando los excesos que contiene cada mercancía de alimentos. También se prohibió la venta de la comida chatarra en tamaño grande, si no tenía que ser en porciones o medidas pequeñas. Algo que en lo personal consideré que eso no resolvería nada porque no iba a ser impedimento para que quienes tuviera más dinero comprarían más cantidad. Y la estadística me dio la razón.
Ahora aplaudo nuevamente este nuevo intento que hará la SEP, en la prohibición total de la comida chatarra en el interior de las escuelas, a partir del 29 del presente mes y año. La lista es aproximadamente de 20 productos que quedan prohibidos, de los que mencionaré algunos de ellos: donas, hamburguesas, hot dog, papas fritas, pasteles, pizza, dulces, etc.
Habrá muchos padres de familia que no estén de acuerdo con las nuevas medidas, porque siempre se ha dicho que la comida chatarra es económica, y, por otro lado, ahora tendrán que cocinar para hacerle una lonchera saludable.
Tanto las autoridades federales y estatales están haciendo lo suyo; sin embargo, todavía queda mucho que hacer por parte de las autoridades locales. Una constante queja por parte de algunas directoras y directores de escuelas públicas y privadas, han tenido una querella sobre toda esa vendimia que se instalan en las afueras de las escuelas, sobre todo a la hora de salida; en su mayoría se vende comida chatarra.
No pueden con ellos, ya que las autoridades locales, no pueden hacer mucho porque se trata de vendedores ambulantes y la otra que muchos de ellos tienen el consentimiento o son familiares de quienes forman la sociedad de padres de familia de las mismas escuelas.
Ante esta situación las directoras y directores de la ciudad capital han tirado la toalla al no poder controlar estas ventas de comida chatarra que sin ninguna regulación y el desconocimiento de la higiene de los alimentos, se han cansado de advertirles tanto a padres de familias, y comunidad estudiantil abstenerse sobre la compra e ingesta de esos alimentos chatarras. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org