El carbón de Coahuila tiene un futuro promisorio en la industria automotriz como uno de los principales componentes de las baterías recargables de vehículos eléctricos, lo cual ayudaría no sólo en el rescate de la región Carbonífera, sino también a disminuir las emisiones contaminantes a la atmósfera y reduciría los efectos del cambio climático.
Lo anterior forma parte de una investigación que se realiza en el Laboratorio de Conversión de Energía del Cinvestav Saltillo, que busca concretar el potencial del carbón mineral de Coahuila para aplicaciones sustentables.
Los investigadores están experimentando con la modificación del carbón mineral como electrodo de sistemas electroquímicos para la generación y almacenamiento de energía limpia, esto es baterías que pueden utilizarse actualmente en los coches eléctricos.
En Coahuila esta investigación tendría un efecto dominó porque en la región Sureste se consolida el Clúster Automotriz de Autos Eléctricos, y la instalación de nuevas plantas proveedoras de baterías.
“En México, existen tres centrales que utilizan carbón para producir electricidad, dos de ellas se ubican en Coahuila (el estado que cuenta con las reservas más grandes de carbón mineral del país) y de acuerdo con datos de la Comisión para la Cooperación Ambiental de México, son las principales responsables a nivel nacional de lluvia ácida (precipitación que presenta elevadas concentraciones de ácido sulfúrico y nítrico) y mala calidad del aire que perjudica la salud humana”, explica un comunicado del Cinvestav respecto a la investigación.
Se explica que el Laboratorio de Conversión de Energía del Cinvestav Saltillo trabajan en proyectos que implican la modificación del carbón mineral de la región con el fin de potencializar sus propiedades y que pueda ser aprovechado en sistemas electroquímicos para la generación y almacenamiento de energía limpia.
“Las modificaciones que hacemos tienen como prioridad ser de bajo impacto ambiental, escalables y de poco consumo de energía. Lo cual permitirá reducir la huella de carbono derivado de los procesos. Hemos evaluado el carbón mineral modificado como electrodo de celdas de combustible o en baterías de nueva generación, y los resultados preliminares indican que el carbón mineral tiene potencial para ser usado en estas aplicaciones sustentables”, declaró Ivonne Liliana Alonso Lemus, investigadora adscrita al Cinvestav Saltillo.
Actualmente más de 160 mil habitantes de la región Carbonífera dependen en mayor o menor medida de la extracción de carbón mineral para venderlo a la CFE a fin de generar energía eléctrica en las plantas carboeléctricas situadas en el municipio de Nava.
Datos económicos indican que la industria del carbón generó en 2019 cerca de seis mil 500 empleos formales, con una demanda estimada de cerca de 18 mil millones de pesos, casi la mitad se destinó a la generación de electricidad y la otra parte a la fabricación de coque a carbón metalúrgico para la producción de acero, que actualmente está en crisis por los problemas de AHMSA.
“Se puede producir energía limpia a partir de un combustible fósil, una opción es la de aprovechar este abundante recurso como materia prima en la fabricación de electrodos de baterías y en tecnologías del hidrógeno”, explicó la investigadora de Cinvestav Saltillo.