Por Viviana Cervantes
Era septiembre del 2022 cuando el alcalde de Reynosa, Tamaulipas, Carlos Peña Ortiz, frente a cientos de personas, rendía su primer informe de actividades, la creación de “Senda de Vida II”, un refugio para migrantes en las orillas del Río Bravo, fue el tema que destacó en su mensaje.
“En este gobierno, los derechos de los migrantes son respetados; por esta razón, en conjunto con la iniciativa privada construimos el nuevo centro ‘Senda de Vida Número 2’, donde fueron reubicados más de dos mil migrantes que durante 15 meses estuvieron viviendo en la Plaza de la República”, señaló en su mensaje.
El discurso derivó en múltiples aplausos, y hasta la fecha, la creación de este lugar, es presentado como un gran logro del Ayuntamiento de Reynosa, sin embargo, después de analizar 14 solicitudes de información, diversas consultas en el Registro Público de la Propiedad de Tamaulipas, la revisión de actas de sesiones de Cabildo y al Presupuesto de Egresos, se encontró que la historia contradice a la realidad.
Los documentos muestran que el lugar se creó sin permisos de construcción, con el conocimiento de que se ubica en una zona de alto riesgo de inundaciones, de que no existe conexión de drenaje ni de agua potable a excepción de tanques móviles, y que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) giró a tan sólo cinco meses de su apertura diferentes medidas cautelares contra el municipio por condiciones de hacinamiento hacia los migrantes.
También, que el Ayuntamiento no contribuyó de manera económica para su creación, al no tener registros de una sola factura, comprobante de pago o recibo, y que durante al menos un cuatrimestre, se orilló a los migrantes que estaban en Reynosa en búsqueda de asilo en Estados Unidos a trabajar en la construcción, de acuerdo con testimonios de los extranjeros.
Peña Ortiz informó en una rueda de prensa en marzo del 2021 y en una entrevista para el medio Elefante Blanco en julio del 2022, que el terreno era propiedad de su abuela y que ella haría la donación al municipio, sin embargo, en la consulta de escrituras públicas ella no aparece, y hasta la fecha el inmueble no figura en la lista de propiedades que posee el ayuntamiento.
La búsqueda por obtener transparencia en la construcción de este refugio y su manejo ha llevado más de medio año, sin que actualmente exista claridad.
La fachada del albergue para migrantes Senda de Vida II en Reynosa tiene un mural que refleja la intención por cruzar de México a Estados Unidos. Crédito: Viviana Cervantes.
Reynosa, epicentro de la migración
La pandemia por Covid-19 provocó en las fronteras de México con Estados Unidos un fenómeno insólito para la migración, debido a las deportaciones que desde el vecino país llegaron con el título 42 –un mecanismo que implementó Estados Unidos para expulsar a las personas que consideró un riesgo sanitario– aunado al programa “Quédate en México”, que orilló a las comunidades de extranjeros a esperar en ciudades como Reynosa.
Información emitida por la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas (UPMRIP) de la Secretaría de Gobernación (Segob), indica que esta ciudad fronteriza se convirtió entre enero a julio del 2021, en el epicentro de migrantes presentados ante autoridades, con un promedio 10 mil 527 casos, el 72 por ciento de todo lo que registró Tamaulipas en el mismo periodo.
Esto derivó en una crisis de atención para los centros de asistencia, quienes debían trabajar a menos del 50 por ciento de su capacidad para evitar contagios de Covid-19, de acuerdo a lo que ordenó la Secretaría de Salud en Tamaulipas.
Ante la desesperación por conseguir un lugar para dormir y alimentarse, los migrantes se ubicaron en sitios públicos, predios abandonados, estacionamientos de dependencias y en la Plaza de la República, un área cercana al Puente Internacional Reynosa-Hidalgo, donde llegaron a contabilizarse más de tres mil familias, entre ellos, mujeres embarazadas, niñas, niños y adolescentes, quienes pernoctaban en casas de campaña entre los jardines, mobiliario y quiosco.
En octubre del 2021, Peña Ortiz asumió la presidencia de Reynosa, y antes de que concluyera el año anunció la creación de un nuevo centro para migrantes con el fin de que se pudieran desalojar los espacios públicos, como la plaza, y así llevarlos a otro sitio donde ellos continuarían su espera.
De las opciones que se consideraron, las autoridades eligieron un sitio ubicado a menos de un kilómetro del Río Bravo y de la Zona de Tolerancia, un terreno irregular que fungía como espacio deportivo para la Liga independiente de béisbol y sóftbol femenil de Reynosa A.C. El proyecto fue anunciado en una rueda de prensa.
En la rueda de prensa de marzo del 2022 estuvieron presentes funcionarios municipales y representantes de organizaciones civiles. Crédito: Viviana Cervantes.
Un trabajo ‘voluntario’
Quienes construyeron el refugio fueron extranjeros, provenientes de diversas regiones de Centroamérica y Haití, que entre diciembre del 2021 y el primer cuatrimestre del 2022, se encontraban en Reynosa, y que ante la necesidad de pernoctar en un sitio fijo, aceptaron mezclar cemento, transportar diversos materiales de construcción y efectuar otras actividades de albañilería, pese a no tener conocimientos o experiencias previas.
Los migrantes construyeron su propio refugio, los cuartos de atención, baños y cocinas. Crédito: Viviana Cervantes.
Un migrante hondureño de 40 años, quien llegó a Reynosa durante el primer bimestre del 2022 y que durante su estancia se convirtió en uno de los más de 60 migrantes que participaron en la construcción, ofreció su testimonio para este reportaje y pidió el anonimato por motivos de seguridad.
– Todos somos colaboradores dispuestos a ayudarnos entre migrantes, y demostrar que no venimos a afectar, ni venimos a irrumpir, somos trabajadores y participamos en esta obra pues para salir adelante.
¿Tenías alguna experiencia en construcción o antes te dedicabas a esto?, se le preguntó.
– No, la verdad que no sé ni media cuchara como dicen, pero sí estamos con el deseo de ayudar, de contribuir, y vamos aprendiendo, la verdad que incluso nuestro viaje, nuestro destino es de trabajo, así que queremos ir ya un poquito preparados para aprender por supuesto.
Para la primera semana de mayo del 2022, los migrantes que trabajaron en la construcción ya tenían levantada una barda con más de dos metros de altura, cuartos de concreto con accesorios de baño y regaderas, así como un espacio abierto techado, donde surgió una cocina comunitaria, pero no había techos ni piso firme.
Así llegaron las primeras familias
La Plaza de la República en Reynosa, Tamaulipas, había alcanzado una ocupación de más de 2 mil migrantes de manera simultánea para el primer cuatrimestre del 2022, de acuerdo a los informes proporcionados por el Instituto Tamaulipeco para los Migrantes (ITM).
La comunidad dependía de asociaciones civiles como Médicos Sin Fronteras (MSF) para recibir atención médica, acceder al consumo y utilización de agua o baños públicos. Mientras que, para obtener comida, recurrían a la caridad de asociaciones civiles o ciudadanos que llevaban platos de comida.
Era un campamento en su totalidad, pero de manera sorpresiva, fueron obligados a dejarlo sin oportunidad de llevarse pertenencias.
En la noche del 2 de mayo y madrugada del día siguiente, elementos de la Guardia Nacional, acompañados por personal del Instituto Nacional de Migración (INM) y en coordinación con asociaciones civiles, llegaron al sitio para poner en marcha un operativo de traslado a diversos refugios, siendo el principal: “Senda de Vida II”.
Algunos migrantes partieron a bordo de camiones que dirigentes de asociaciones religiosas consiguieron, y otros, a pie recorrieron los límites de Reynosa con la ciudad de McAllen, Texas, sobre el borde del Río Bravo en territorio tamaulipeco hasta llegar al albergue.
Las familias que lograron ingresar al nuevo albergue “Senda de Vida II” se enfrentaron a un escenario de carencia en la infraestructura, no había cuartos con techo ni piso firme, por lo que tuvieron que repetir el escenario de la plaza, y dormir a la intemperie.
En un par de horas se rebasó la capacidad, igual que la de otras casas de asistencia, por ello acamparon afuera, en la espera de que se liberara cupo, un proceso en el que participaron mujeres embarazadas y menores de edad.
El campamento de la plaza se transformó en varias comunidades callejeras en colonias como Aquiles Serdán, Ramos, Carmen Serdán, y otras cercanas al Río Bravo.
Mientras tanto en la plaza, las casas de campaña fueron destruidas por personal de Servicios Públicos Primarios del Ayuntamiento, apiladas en unidades de recolección, donde también colocaron ropa, zapatos, mochilas, múltiples documentos, medicinas, peluches, artículos de higiene, entre otras pertenencias que los migrantes no se pudieron llevar y que se redujeron a basura.
En un boletín informativo emitido el 3 de mayo del 2022 por la Secretaría de Gobernación las autoridades aseguraron que el movimiento de migrantes había sido voluntario.
“Las personas migrantes, incluidas niñas, niños y adolescentes acompañados, son originarias de Guatemala, El Salvador, Honduras y Haití, accedieron ser trasladadas de forma ordenada al albergue donde serán atendidas por la Casa del Migrante, asociaciones religiosas, en coadyuvancia con autoridades de los tres órdenes de gobierno”, señalaron.
Sobre el borde del Río Bravo en Reynosa se formó un nuevo campamento migratorio al desalojar la Plaza de la República. Crédito: Viviana Cervantes.
Los antecedentes de Senda de Vida
A cinco meses de la movilización de migrantes y ante la falta de atención gubernamental, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) giró medidas cautelares en contra de varias dependencias, entre ellas el Ayuntamiento de Reynosa, al considerar que no se brindaron apoyos para seguridad, alimento y estadía de los extranjeros.
“Que brinden seguridad y protección a las personas migrantes que se encuentran en el interior de los albergues, así como en sus inmediaciones, para evitar que se ponga en riesgo su seguridad, sus bienes, su integridad física y su vida”, indica el comunicado DGDDH/294/2022.
El nombre “Senda de Vida II”, es parte de la continuación de otro refugio establecido en Reynosa desde el año 2000 bajo el nombre “Senda de Vida I“, dedicado a la atención de grupos vulnerables y migrantes.
Desde su creación, el lugar es manejado por una asociación religiosa que lleva el nombre “Senda de Vida” a cargo de Héctor Silva de Luna, quien durante el primer semestre del 2021 enfrentó un conflicto legal contra el Ayuntamiento y la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) por defender la permanencia del refugio en el borde del Río Bravo.
Lo anterior, tras recibir un apercibimiento para desalojar y así demoler el lugar, con el argumento de que se construyó sin autorización de la CILA y en contra del tratado para resolver las diferencias fronterizas para mantener los Río Bravo y Colorado como frontera internacional entre México y Estados Unidos.
Esta situación logró controlarse con la obtención de amparos y la intervención de la CNDH.
Silva de Luna declaró en entrevista que la denominación II surgió para facilitar el acercamiento y atención de los migrantes, aunque como coordinador de ese inmueble figura otro líder religioso perteneciente a la misma iglesia: José Miguel Cristóbal Juárez.
Actualmente ante el gobierno de México, la asociación Senda de Vida y sus denominaciones I y II no aparecen como donatarias autorizadas ante el gobierno federal, el organismo por lo tanto, no puede recibir donativos deducibles de impuestos, no hay informes ni registros públicos.
Las contradicciones
Durante la rueda de prensa efectuada en marzo del 2022, el alcalde Carlos Victor Peña Ortiz señaló que “Senda de Vida II” se construyó con un 90 por ciento de recurso público.
“A pesar de que el gobierno municipal no tiene nada que ver en el tema de migración, nosotros tenemos que darle prioridad a este tema, ya que es tema que le preocupa a todos los reynosenses, razón por lo que en conjunto con asociaciones civiles se encuentran invirtiendo en la construcción del nuevo albergue, donde el gobierno municipal ha cubierto el 90 por ciento de los gastos”, recalcó en una tarjeta informativa del Ayuntamiento el 24 de marzo del 2023.
Pero dentro del Presupuesto de Egresos de ese año no figuró ningún rubro relacionado al proyecto, tampoco aparece en los contratos de obra ni en las actas de Cabildo.
La actual secretaria de Finanzas y Tesorería del Ayuntamiento, Esmeralda Chimal Navarrete, por su parte, descartó a través de dos oficios, la existencia de cualquier factura, pago, cheque o recurso invertido al proyecto.
“Después de realizar una búsqueda en los archivos físicos y digitales de esta Secretaría a mi cargo, no se encontraron contratos de obra y/o convenios de apoyo económico para la edificación del albergue Senda de Vida II”, indica el oficio SFT/1439/2022.
“No se encontraron facturas relacionadas con la adquisición de material de construcción del albergue Senda de Vida II”, apuntó el oficio SFT/1509/2022.
Estas respuestas ocurrieron durante el último cuatrimestre del 2022 y el primer trimestre del 2023, pero previo a ello, en el oficio CGSPP/0859/2022, la Coordinación General de Servicios Públicos Primarios del Ayuntamiento reconoció la obra como proyecto público, y a la expectativa de término, para informar montos invertidos. “Nos permitimos hacer de su conocimiento que esta obra continúa en proceso de construcción por lo que no se considera concluida y los montos no han sido cuantificados”, firmó el titular de la dependencia Eliacib Adiel Leija Garza.
También se solicitó al Ayuntamiento de Reynosa una lista de los grupos que aportaron de manera económica para la construcción de “Senda de Vida II”, pero en respuesta, el oficio ST/0052/2023 firmado por el secretario del Ayuntamiento, Antonio Joaquín de León Villarreal y el secretario técnico de la misma dependencia, Alfredo Careaga Peña, el municipio deslindó cualquier tipo de responsabilidad en el tema.
“Respecto al detalle de aportaciones económicas y/o en especie recibidas de parte de las asociaciones civiles, no gubernamentales y ademas participantes, así como los convenios y además documentación asociada al proyecto, cabe aclarar que su manejo y resguardo no son atribución del Ayuntamiento de Reynosa, lo anterior, debido a que son competencia de la dirección general de los albergues Senda de Vida”, señala el oficio.
Los migrantes que han participado en la construcción de Senda de Vida II aprendieron conforme la marcha diversas labores de albañilería. Crédito: Viviana Cervantes.
Un terreno sin certeza jurídica
El terreno donde se construyó “Senda de Vida II” se ubica a menos de un kilómetro del Río Bravo, entre las colonias Carmen Serdán, Álvaro Obregón y el ejido Las Calabazas, un sitio irregular que no cuenta con concreto ni con la instalación de drenaje, tal y como refleja el oficio GC/520/ 2022 emitido por la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa) firmado por el gerente comercial del organismo María de Jesús Reséndez Figueroa.
Antes de que Carlos Peña Ortiz asumiera la presidencia de Reynosa, el sitio era una zona deportiva, administrada por la Liga Independiente de Béisbol y Sóftbol Femenil de Reynosa desde hace 30 años, quienes organizaban y promocionaban eventos recreativos entre los habitantes de zonas irregulares al borde del Río Bravo, y otras colonias de la ciudad.
Miguel Loza Ramírez, ex presidente del grupo, afirmó que con la llegada de “Senda de Vida II” se eliminaron al menos dos campos, una acción en la que dijo, intervino directamente el alcalde.
“Tenía meses de haber entrado como alcalde y un día llegó junto con su equipo a decirnos que teníamos que irnos de ahí porque iban a hacer un albergue para migrantes, que ellos eran dueños del lugar”.
¿Quién comentó eso, de que eran de su propiedad?, se le preguntó.
“El alcalde Carlos Victor Peña Ortiz dijo que eran de su abuela, realmente no pudimos hacer mucho para defender los campos deportivos porque en realidad no éramos los propietarios, pero si nos rigiéramos por usos y costumbres sería muy diferente, con eso se dejó de promover el deporte entre los jóvenes”, dijo.
El retiro de los campos provocó una manifestación de miembros de la liga deportiva, que se disipó tras un diálogo con Marcelo Olán, contralor social del Ayuntamiento.
Olán renunció a su cargo a finales de septiembre del 2022, cuatro meses después de la movilización de migrantes.
El alcalde de Reynosa aseguró ante medios de comunicación, que el predio donde se ubica “Senda de Vida“ era propiedad de su abuela de 91 años.
La primera ocasión en la rueda de prensa “Reubicación y mejora de condición de hermanos migrantes” en marzo del 2021, luego en julio del 2022, para el medio Elefante Blanco.
“Donde están estos centros del migrante Senda de Vida II son propiedad de mi familia desde hace años, pero con mucho gusto mi abuela que ya tiene 91 años nos dio la certeza de que va a donar esos predios”, afirmó.
El alcalde es hijo de Maki Esther Ortiz Domínguez ex alcaldesa de Reynosa de los periodos 2016-2018 y 2018-2021, su padre Carlos Peña Garza.
Sus abuelos maternos Victor Ortiz y Amparo Domínguez, mientras que, del lado paterno; Roberto Peña Vidaurri y Bertha Garza de Peña Vidaurri, siendo esta última la persona a la que el alcalde se refiere con la propiedad del predio.
Pero en la consulta de escrituras y búsquedas en el Registro Público de la Propiedad en Reynosa, Tamaulipas, en ningún caso, hubo coincidencia con sus propiedades y Senda de Vida II, pese a que en la entrevista de julio del 2022, proporcionada por el alcalde, así lo afirmó.
El predio tampoco forma parte de la lista de bienes o inmuebles que han sido donados al Ayuntamiento o que se mantienen en renta, tal y como se indica en el oficio SFT/0018/2023 emitido por la Secretaría de Finanzas y Tesorería del Ayuntamiento.
Tras el desalojo de Plaza de la República, migrantes continuaron en la construcción, se consideraron voluntarios, de diversas naciones. Crédito: Viviana Cervantes.
Una zona de inundación
El argumento del Ayuntamiento de Reynosa y de la Comisión Internacional de Límites y Aguas para desalojar a los migrantes que se encontraban en el refugio “Senda de Vida I” se basaba en violaciones al tratado de 1970 que designa al Río Grande como frontera internacional entre México y Estados Unidos, donde se establece que no se puede construir estructuras que puedan causar desvíos u obstrucción del flujo normal del río o de su flujo de inundación.
Una situación que el Ayuntamiento reconoció en el oficio SOPDUMA/0213/2023, al solicitar los permisos de obra pública para la edificación de “Senda de Vida II”.
El documento, firmado por el secretario de Obras Públicas, Eduardo López Arias, indica: “Por parte de esta Secretaría no se han otorgado permiso alguno, toda vez que la zona en la que se encuentra establecido es de riesgo de inundación y por encontrarse dentro de los límites del cauce del Río Bravo, compete a la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y Estados Unidos conceder cualquier autorización sobre la referida zona”.
En la respuesta, se agregó también la inexistencia de un dictamen de Protección Civil que garantice la seguridad de grupos migrantes en este complejo. “Esta coordinación no ha emitido dictamen alguno relacionado a permisos de construcción del albergue conocido como Senda de Vida II o Senda de Vida II“, se indicó en el oficio CMPCYB/2252/2023 firmado por el coordinador de Protección Civil y Bomberos del municipio, Ernesto Gómez de la Peña.
La respuesta del Ayuntamiento
Tras pedir al Ayuntamiento claridad sobre las inversiones en Senda de Vida II, en referencia las declaraciones del alcalde y presentación del primer informe de actividades.
Se recibió el oficio ST/0052/2023, con el que se modifica la versión de un monto económico, al asegurar que cuando Carlos Victor Peña Ortiz habló sobre recursos públicos para la construcción de “Senda de Vida II” no se refería a ello.
“Por definición de concepto de recursos, engloba diversos aspectos, en el caso concreto de la edificación del centro Senda de Vida II, el informe de labores (sin ser específico) hace referencia a los recursos técnicos y de tiempo asociados al trabajo del Ayuntamiento, para coordinar, facilitar y agilizar los procesos de gestión de los apoyos con las asociaciones civiles, organizaciones no gubernamentales y demás interesados en el proyecto, buscando en todo momento crear sinergias entre los actores involucrados, eliminar intermediarios y optimizar los esfuerzos por concluir dicho proyecto bajo los requerimientos fijados”.
El albergue se mantiene
En el segundo trimestre del 2023, el refugio “Senda de Vida II” se mantiene activo, con alrededor de mil familias resguardadas, quienes aún dependen de la caridad para alimentarse, y de asociaciones civiles o ciudadanos que realizan donaciones para obtener artículos personales, así como casas de campaña, colchonetas, ropa, entre otros.
Los migrantes viven en condiciones de hacinamiento en el albergue. Crédito: Viviana Cervantes.
La Plaza de la República, al ser desalojada de migrantes en mayo del 2022 fue parte de un proceso de remodelación que todavía no concluye, y que ante el temor de autoridades de que regresen los migrantes al sitio, permanece en constante vigilancia.
“Senda de Vida II” no ha sido suficiente para resolver el problema de atención a los migrantes que llegan a Reynosa, en colonias como Aquiles Serdán, Ramos, Carmen Serdán e incluso en áreas de la zona centro, se observan campamentos callejeros de migrantes.
Tras lo documentado y con las pruebas obtenidos, se recurrió al equipo de comunicación social del Ayuntamiento de Reynosa, para tener una postura del alcalde Carlos Victor Peña Ortiz sobre el tema y contradicciones de Senda de Vida II, sin embargo, en su respuesta vía correo electrónico, solicitaron recurrir nuevamente a la plataforma de transparencia.