Por Javier Torrano García
Teniendo una superficie de 151,571 Km2 y con una población según el censo del 2020 de 3.147 millones.
Con dos ciudades fronterizas Ciudad Acuña y Piedras Negras, con la carretera 57 que conecta directamente con Ciudad de México y que lleva la misma nomenclatura en el estado de Texas y que conecta con la I-35 que conduce a San Antonio, Texas.
Este podría ser excelente corredor industrial y comercial, esto significa una gran oportunidad de desarrollo, el candidato petista Ricardo Mejía Berdeja, habla de un proyecto que conectaría a la Laguna con la frontera norte de Coahuila, esto significaría convertir a Coahuila en un gran polo de desarrollo y crecimiento, logrando con esto la diversificación.
Para el desarrollo económico de una entidad, es necesario primero también una comunidad empresarial y comercial fuerte, donde la economía y las oportunidades sean para todos, no solo para un grupo selecto, no para únicamente para aquellos que han visto en la política el vehículo para enriquecerse y que pretenden asegurar su imperio de la impunidad, por medio de herencia del poder político, obstruyendo, con esto, el desarrollo, es tiempo de la transformación, y esta incluye la mentalidad, Coahuila es un estado con mucha potencialidad, es cuestión solamente de que Coahuila despierte y decida transformarse, las propuestas en muchos casos han queda en el tintero, es tiempo de pasar a los hechos, no dudamos ni negamos que Coahuila ha tenido desarrollo, pero no es el que debería tener, Coahuila tiene que dar y mucho que crecer, los coahuilenses son dignos y merecen una vida digna, merecen tener un estado, el cual florezca la armonía y la tranquilidad en las familias, que los coahuilenses se sientan protegidos , confiados en sus autoridades, y que no sientan ese temor.
La transformación no es un mensaje bonito o una postura que pretende ser cómica, la transformación implica compromiso y cambio de cultura, la transformación es cambiar la cultura del fracaso por la cultura de del progreso.