Josué Rodríguez
Piedras Negras, Coah. Mayo de 2025. – La industria ganadera de Coahuila se enfrenta a un reto sin precedentes. La prohibición de la exportación de ganado hacia Estados Unidos, motivada por la proliferación del gusano barrenador en el sureste mexicano, ha dejado una huella profunda en la economía local. Abel Ayala Flores, presidente de la Unión Ganadera Regional de Coahuila (UGRC), comparte su perspectiva sobre esta crisis que amenaza el sustento de miles de ganaderos.
El gusano barrenador, una plaga que se alimenta de los tejidos de la piel y las mucosas de los animales, ha comenzado a sembrar el pánico entre los productores ganaderos. Esta plaga, que puede provocar la muerte del ganado infectado y la pérdida de calidad en la carne, obligó a las autoridades sanitarias a prohibir la exportación de ganado hacia Estados Unidos para evitar la diseminación de la enfermedad.
Efectos en la Exportación
Desde que comenzó la prohibición, hemos visto cómo nuestras exportaciones se han desmoronado, comenta el dirigente ganadero.
“La cantidad de ganado que podemos enviar al extranjero ha disminuido drásticamente. Esta situación nos ha llevado a enfrentar pérdidas significativas que ponen en riesgo la viabilidad de muchos productores”, aseveró.
En cifras, la Unión Ganadera estima que las exportaciones han caído en más del 50% en los últimos años, generando pérdidas superiores a los 500 millones de pesos en el sector ganadero.
Impacto Económico
La crisis no solo afecta a los grandes ganaderos. Muchas familias dependen de esta actividad económicamente. En algunas comunidades, la ganadería es la única fuente de ingreso; explica Ayala Flores.
La prohibición ha creado un efecto dominó, afectando comercios locales, proveedores de insumos y toda la economía rural. Las pérdidas económicas se sienten en cada rincón de Coahuila, donde el ganado es más que un negocio; es una forma de vida.
Medidas de Mitigación
Ante esta situación, las autoridades han comenzado a implementar medidas de control para erradicar la plaga.
”Estamos trabajando en conjunto con la Secretaría de Agricultura, Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), para Instaurar programas de vigilancia y control de plagas. Sin embargo, necesitamos más recursos y apoyo para que estas medidas sean efectivas y podamos recuperar nuestra capacidad de exportación”, subrayó.
Futuro incierto
“La situación actual plantea un futuro incierto para los ganaderos de Coahuila, es crucial que encontremos soluciones sostenibles a largo plazo para evitar repetir esta crisis”, concluye Ayala Flores.
Con la ayuda de expertos y un enfoque en la salud ganadera, se espera que la industria pueda recuperarse y volver a ser un pilar clave de la economía local.
La crisis del gusano barrenador representa un desafío significativo para la ganadería en Coahuila.
Con el liderazgo de figuras como Abel Ayala Flores, la comunidad ganadera sigue luchando por un futuro más prometedor. La solución a este problema no solo será crucial para los ganaderos, sino también para la estabilidad económica de todo el sector en el estado de Coahuila.