Según un análisis de la Industria Nacional de Autopartes (INA), Estados Unidos necesitaría construir al menos 18 nuevas plantas y realizar una inversión de 50,000 millones de dólares para eliminar su dependencia de vehículos importados desde México y Canadá.
Durante su conferencia de prensa mensual, la INA advirtió que la imposición de aranceles debilita la prosperidad económica y afecta directamente a los consumidores norteamericanos. Las barreras comerciales alteran el equilibrio productivo, encarecen los costos de manufactura y, en consecuencia, incrementan los precios finales para los compradores en Estados Unidos.
El impacto estimado de un arancel del 25% sería un aumento de 3,000 dólares en el precio promedio de los automóviles. Además, mientras en 2024 se vendieron aproximadamente 16 millones de unidades en Estados Unidos, la implementación de estos aranceles podría reducir en un millón las ventas proyectadas para 2025.
Por otra parte, el arancel aplicado al aluminio y acero utilizados en la fabricación de autopartes representará un costo adicional de 2,939 millones de dólares para la industria.