FACETAS DE MÉXICO
Pascacio Taboada Cortina/Jorge Martínez Cedillo
- Con Piedra Ibarra seguirá el oscurantismo, la negligencia y el amiguismo
Para una gran parte de los mexicanos enterados y los poco afectos a conocer del quehacer político del país, la reelección en el presente sexenio de Gobierno, de María del Rosario Piedra Ibarra para ocupar nuevamente el puesto de titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, fue una decisión absurda del Senado de la República, “por los nulos resultados de la gestión de Piedra” –en esa misma área—en la administración de Andrés Manuel López Obrador.
Piedra Ibarra era la última en la terna que se integró en el Senado para ese efecto, junto con Nashieli Ramírez Hernández –que había ocupado la titularidad de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México—y Paulina Hernández, abogada de Jalisco, secretaria ejecutiva del Instituto Jalisciense de las Mujeres.
Los senadores de oposición, en la comparecencia de Piedra Ibarra, la cuestionaron con dureza. La senadora Claudia Anaya le sugirió que dejara “libre el espacio en CNDH a la presidenta Sheinbaum, para que tenga una mejor acompañante en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos”, y le ofreció “su sueldo de senadora”.
Las quejas destacadas, indican que “los reclamos de la violencia no son atendidos. Las madres buscadoras no son recibidas por Piedra Ibarra. Con ella, volverá a imperar el oscurantismo, la negligencia y el amiguismo”.
Como parte del proceso legislativo, las tres aspirantes fueron evaluadas por las Comisiones Unidas de Justicia y de Derechos Humanos del Senado. Los resultados fueron revisados por la Junta de Coordinación Política, que preside el senador morenista, Adán Augusto López Hernández, habiendo dado su decisión a favor de Piedra Ibarra.
Como dicen los sastres, “hubo tela de dónde cortar”. La evaluación de las Comisiones Unidas, ubicó a la abogada Nashieli Ramírez en primer lugar, a Hernández en segundo y, a Piedra Ibarra, en el tercero. Sin embargo, se conjuntó en la recta final, un total de 12 candidatos y, aún más, hasta el 21 de octubre, hubo 48 candidatos (hombres y damas).
Cabe señalar que el presidente de la Comisión de Justicia del Senado, Javier Corral –panista antes, pero hoy morenista recalcitrante—trascendió que no era partidario de Piedra Ibarra. Suponemos que por su “pasividad desesperante”. No obstante, el resultado final, favoreció a Piedra Ibarra.
Sobre el mismo tema de selección de la dirigente de la CNDH a nivel nacional, es de destacar que trabajadores del Poder Judicial Federal, realizaron –previo a la elección—diversas manifestaciones de rechazo a que Rosario Piedra ocupara nuevamente la titularidad de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Exigieron “SUFRAGIO EFECTIVO. NO REELECCIÓN”.
En múltiples ocasiones, se ha señalado que en México no se respetan los derechos humanos; que durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se violaron en grandes cantidades en toda la República. Se manejan datos constatados por las propias autoridades de Seguridad y de la Fiscalía General de la República, que en todo el país se registraron cerca de 200 mil personas que murieron violentamente, sin que se haya castigado a los culpables ni se tenga certeza de seguimiento de los criminales.
También existe una estadística de denuncias de más de 50 mil personas desaparecidas, sin que haya indicios de que se encuentren con vida o, de plano, se den por fallecidas.
Así, las investigaciones que son responsabilidad de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, han quedado pendientes.
La presidenta de la CNDH, dijo en su comparecencia que “no existe militarización en el país. Las fuerzas armadas siguen dependiendo de un mando civil, tanto en el sexenio pasado, como en el presente”, afirmó.
Ayer se cumplieron 49 años del asesinato de Eugenio Garza Sada quien fuera impulsor de varias empresas incluyendo el Tecnológico de Monterrey, en un intento de secuestro de parte de integrantes de la liga 23 de septiembre.
Debemos recordar que durante el evento fue asesinado también su chófer que era al mismo tiempo su guardaespaldas, el cumplido guardaespaldas también murió, no sin antes herir de muerte a dos de los secuestradores, uno de ellos Jesús Piedra Ibarra, alias ”Rafita” hermano de Rosario Piedra Ibarra.