Josué Rodríguez
Piedras Negras, Coah. 29 de octubre. – Cada vez un mayor número de niñas, niños y adolescentes sufren de ansiedad y depresión después de la pandemia del COVID-19, al grado de que algunos casos han tenido que será canalizados a centros especializados, dio a conocer la coordinadora del área de salud mental en la Jurisdicción Sanitaria Uno, Minerva Contreras Moreno.
Destacó que en los menores, a diferencia de los adultos, estos no pueden expresar lo que están viviendo o lo que les está pasando, pero tienen algunos cambios de comportamiento, manifestándose como al morderse constantemente las uñas, berrinches o enojos por situaciones que no deberían ser y cambios en el comportamiento en la escuela.
“El niño se vuelve muy inquieto; se resiste a la autoridad, a lo mejor alguna deficiencia en su desempeño académico, que son motivos para que empecemos a prestarle atención y ver lo que le está perjudicando”, aseveró.
La especialista mencionó que en general es un poco más sencillo abordar a los niños en estos temas de depresión y ansiedad, ya que los adultos generalmente tratan de mantenerse como si todo estuviera en orden.
“Nos cuesta un poco más abrirnos a platicar y conversar sobre temas que nos vuelven más vulnerables y en el caso de los niños el abordaje es distinto, con algunas actividades para tratar de encontrar lo que está sintiendo o como manifiesta sus emociones”, apuntó Contreras Moreno.