Es obligación de las empresas mexicanas de todos los sectores, específicamente de la industria agroalimentaria, crecer con calidad y fomentar permanentemente los procesos de mejoras continuas, buscando siempre el desarrollo de tecnologías y oportunidades que impacten positivamente en la producción, lo que beneficiará a la sociedad de nuestro país.
Así lo aseguraron empresarios de Empresas Dragón, luego de que por segundo año consecutivo la compañía Agricultura Nacional, recibió el reconocimiento en la Categoría Nacional de Red de Valor Grande, que otorgó el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) en el marco de su trigésima novena Asamblea General Ordinaria.
El Director General de Agricultura Nacional, Martín Fueyo Mac Donald, destacó que este premio que se otorgó con el respaldo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), significa un aliciente para seguir elevando los niveles de calidad de las empresas agroalimentarias.
En el caso de Agricultura Nacional, agregó, recibir por segunda ocasión consecutiva este galardón, representa “acercarse cada vez más a los propios propósitos que nos hemos planteado en relación a duplicar el volumen de negocio que hoy en día estamos teniendo”.
Por su parte, el presidente de la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos, (UMFFAAC), Luis Eduardo González Cepeda, integrante de Agricultura Nacional, destacó en entrevista que las Empresas Dragón, que tienen casi 90 años de existencia, “cuentan con procesos de mejora continua, buscando siempre el desarrollo de tecnología y de oportunidades para hacer mejor las cosas”.
Resaltó que las empresas mexicanas tienen la obligación de seguir creciendo para proveer el avance necesario en todos los sectores y en este caso específicamente las del sector agroalimentario.
“Es una obligación el crecer, pero bajo la batuta de las auditorías del Premio Nacional Agroalimentario la situación se pone más estricta y ese es el reto más importante para nuestra organización y nuestra gente”, enfatizó.
El reconocimiento recibido, apuntó, “nos obliga a ser estrictos en nuestros procesos, a buscar ese crecimiento, no sólo de las empresas y empresarios sino de todo su personal, lo que ayuda a que cada vez tengamos un proceso mucho más eficiente en el que se miden los impactos que nuestros procesos y nuestras mejoras pueden causar en la sociedad”.
Resaltó que el hecho de que la empresa tenga oportunidad de ayudar a la comunidad no serviría si no se mide realmente el impacto que puede tener, “no se trata de simplemente hacer el bien, sino hacerlo bien. Y eso tiene que ver en el impacto que causa”.
El Premio Nacional Agroalimentario nos obliga a analizar detenidamente el porqué de las cosas, el cómo hacerlas bien, insistió, y el cómo hacerlas cada vez mejor, finalizó.