Josué Rodríguez
Piedras Negras, Coah. 16 de noviembre. – Tras la aprobación del proyecto de ley por parte de la Cámara de Representantes de Texas, que otorga poderes extraordinarios a la policía estatal para detener a inmigrantes indocumentados, miles corren el riesgo de ser deportados de forma inmediata, lo que antes solo era facultad para agentes federales.
La iniciativa propuesta por el gobernador Greg Abbott, tiene como fin aplicar una estrategia de “cero tolerancia” contra las personas que intenten ingresar de forma ilegal al país a través del rio Bravo.
Con la aprobación de este proyecto denominada SB 4, crea un nuevo delito estatal por ingresar ilegalmente a Texas, otorgando a las autoridades el poder de arrestar y otorgar a los jueces la posibilidad de emitir órdenes para expulsar a los infractores a México, mientras que el SB3, que asigna 1,540 millones de dólares para construir un muro fronterizo.
Con todo ello, si la persona que ingreso ilegalmente a territorio de Texas no cumple con la orden del juez o tiene antecedentes criminales, el cargo se convierte en delito grave, que conlleva una condena máxima de 20 años de prisión.
Pero aun y con medidas extremas como la colocación de grandes contenedores, cercas con alambres con filos y boyas a mitad del rio Bravo, grandes grupos de cientos de migrantes continúan llegando a la frontera, caminando o a bordo del tren carguero, con el fin de cruzar hacia territorio de Estados Unidos.
Con las medidas radicales que se pretenden aplicar con la aprobación del proyecto de ley, se busca que todos, desde el más pequeño hasta el adulto, sean deportados, sin darles oportunidad de calificar para solicitar asilo a Estados Unidos, al menos por la frontera de Texas.