- La cantidad de tierra degradada crece a un ritmo de 12 millones de hectáreas por año, es decir, 23 hectáreas por minuto. Además de volver la tierra improductiva, la degradación de los suelos amenaza la subsistencia de los agricultores, así como la seguridad alimentaria porque esto tiene un impacto directo en la calidad de los alimentos que consumimos
Con el objetivo de incentivar prácticas agrícolas que contribuyan a recuperar la salud de los suelos y con ello, la salud humana, la empresa mexicana Novedades Agrícolas DASA organizó el primer congreso internacional “Manejo regenerativo de suelo: productividad agrícola en la dirección correcta”.
Durante el evento –celebrado el 10 y 11 de noviembre– expertos en agricultura regenerativa compartieron con productores, especialistas y representantes de algunas de las empresas agrícolas más importantes de México, Estados Unidos, Chile y Colombia, acciones necesarias para recuperar y mejorar la calidad de los suelos agrícolas mediante la estimulación de la microbiología que habita en éstos, lo que además permite reducir la huella de carbono de la agricultura, así como la dependencia de los fertilizantes químicos.
La conferencia inaugural del evento estuvo a cargo de Gary Zimmer, experto agrícola que desde hace más de 35 años estudia y promueve la agricultura biológica mediante la restauración de los suelos. En su conferencia “Un enfoque biológico para la regeneración de la tierra” enfatizó la necesidad de una relación equilibrada entre las cualidades químicas, físicas y biológicas del suelo.
“Todo proviene del suelo y regresa a éste, es un sistema vivo con billones de organismos que reciclan nutrientes y sustentan la vida”, apuntó el también presidente de Midwestern Bio-Ag, empresa proveedora de insumos para la agricultura sostenible y consultora de agricultura biológica.
Por su parte, la bióloga y especialista en agricultura orgánica y biológica, Leilani Zimmer Durand, señaló que el éxito agrícola se reduce a cómo tratamos el suelo. La conferencia a su cargo “Seis reglas de la agricultura biológica”, detalló las acciones necesarias para lograr suelos vivos y saludables, resiliencia y cosechas abundantes.
Entre estas, enfatizó la importancia de usar insumos convencionales sólo cuando sea necesario, con un impacto negativo mínimo o nulo al suelo y a las raíces de las plantas; controlar los niveles de sal; un adecuado balance de nutrientes y pH controlado; el uso de micronutrientes homogeneizados, así como la diversificación de las plantas, los cultivos de cobertura y la captura de carbono para mejorar las condiciones de los suelos.
En su oportunidad, el doctor Don Huber, fitopatólogo por la Universidad de Purdue (Indiana, EU) con más de 65 años de experiencia dedicado al estudio de la epidemiología y el control de patógenos de plantas transmitidos por el suelo, destacó la importancia del manejo de la nutrición mineral para prevenir enfermedades en las plantas.
Durante su ponencia “Nutrición mineral y manejo de enfermedades en las plantas” explicó por qué los nutrientes minerales constituyen un factor importante del ambiente involucrado en las enfermedades de las plantas y cómo la nutrición determina en gran medida la resistencia o susceptibilidad, así como la virulencia, de los patógenos que atacan a los cultivos.
“Debemos entender la relación entre la nutrición de las plantas y las enfermedades porque la agricultura es la infraestructura básica de la sociedad. Debemos conservar la agricultura para que ésta no se convierta en un monopolio que beneficie sólo a algunas personas”, apuntó el doctor Huber.
Para cerrar el ciclo de conferencias, Kish Johnson, director comercial de Advancing Eco Agriculture señaló que la agricultura regenerativa es una herramienta para ayudar a los agricultores a obtener más ingresos y explicó de qué forma este sistema de producción puede ser una tendencia prioritaria para 2040, que tenga como perspectiva ver a la comida como medicina.
Asimismo, el directivo de la empresa dedicada a la promoción y asesoría en agricultura regenerativa, planteó cinco conceptos básicos, entre los que destacó la posibilidad de que los cultivos sean totalmente resistentes a plagas y enfermedades, logrando una “inmunidad vegetal” gracias a los apoyos nutricionales minerales; así como la importancia de contar con plantas saludables que creen suelos sanos, lo que redundará en mejores calidades y mayores rendimientos en la producción.
Respecto a los beneficios de la agricultura regenerativa, el presidente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán (AARC), Enrique Riveros Echavarría, consideró que esta práctica tiene sentido porque se enfoca en objetivos, más que en reglas.
“No es lo mismo la producción de maíz en Nebraska que en Culiacán; los productores requerimos tomar decisiones diferentes y usar insumos distintos, pero si nos enfocamos en tener suelos sanos coincidimos en la importancia de aumentar la microbiología en los suelos para mejorar la densidad nutricional de nuestros productos. En mi caso, trato de ver a los microorganismos como miembros de una ‘granja’ en el suelo, a quienes hay que dar agua, aire, alimento y refugio adecuados.
Yo veo que cada vez más, los agricultores convencionales reducen el uso de agroquímicos para utilizar insumos biológicos u orgánicos, no para ‘palomear’ una casilla en una certificación, sino por convicción y porque los (insumos) convencionales ya no son eficientes”, mencionó el ingeniero Riveros.
Por su parte, el doctor en Ciencias Agrícolas y experto en fertilidad de suelos y fertilización, Ernesto Miramontes Lau, enfatizó que la agricultura debe ser una actividad empresarial que precisa ser rentable, competitiva y sostenible. En este sentido, consideró que la agricultura regenerativa es el camino para que el potencial de los cultivos se manifieste utilizando eficientemente los recursos naturales sin derrocharlos.
“Un agricultor exitoso lo es con base en la eficiencia, así siembre una hectárea o 10 mil. La eficiencia nos va a llevar a la productividad, a la rentabilidad y a la sustentabilidad. Cualquier cosa fuera de esto, son discursos. Hablar de agricultura de subsistencia y agricultura empresarial no tiene sentido, porque todo aquello que no es rentable no es sostenible: alguien tiene que pagar el costo del derroche de los recursos naturales. Y generalmente ese ‘alguien’ es el consumidor”, afirmó el doctor Miramontes.
Para cerrar el evento, el director general de Novedades Agrícolas DASA, Sergio Dabdoub recordó una frase que fue determinante para su impulso de la agricultura regenerativa: “el mejor momento para haber comenzado la agricultura regenerativa fue hace 20 años. Y el segundo mejor momento es ahora”.
“Sin determinación, sin compromiso, nunca vamos a comenzar algo y sin determinación y persistencia no vamos a concluirlo. Nada es fácil, hay experiencias acumuladas, observaciones e investigación. Yo los invito a comprometerse con ustedes mismos para recuperar el sabor de lo que cosechamos y mejorar nuestra nutrición.
Si atendemos las necesidades del suelo, si avanzamos hacia suelos más sanos, estamos beneficiándonos a nosotros mismos. Busquemos la productividad en la dirección correcta; como dijo Gary Zimmer, esto no se trata de velocidad, sino de enfocar nuestra dirección”, concluyó Sergio Dabdoub.